Piel y frontera, limite del lugar, sueño de lo conocido y olvidado,
un hueco que acomoda el espacio ocupado por tu figura.
Eres sombra que en el aire descubre el camino de los sentidos,
cuerpo dibujado por el eco de la ausencia que lo mantiene vivo.
Tu respiración encuentra, suspendido en el aire, el lugar buscado
por quien eres.

Los pasos que alcanzan el límite del suelo reflejan el olor que tu
cuerpo evoca. Son huellas que como luces iluminan los quiebros del
camino acariciando su intimidad… cruzas y escarbas. Allí, bajo el
suelo sobre el que bailas, huele a ti,
disfraz de quien no eres que ayuda a conocer quien eres.

Palabras que dicen lo que no eres hablando de lo que son.
Eres quien eres, lo que fuiste y lo que fueres, y siendo lo que eres,
solo ellas serán testigo de quien eres: Humo, aire y rastro del lugar
que habitabas en el beso de una lágrima.
L.Martinez