Leyson Ponce, reconocido por sus indagaciones dentro de los textos y los subtextos que orientan su movimiento, y Carmen Werner, notable por la veracidad de su gesto expresivo, se dispone a compartir los frutos de su acercamiento reciente alrededor de historias de mujeres simbólicas. La palabra de Marguerite Yourcenar sirve de punto de partida para este encuentro que ahora se hace escénico.
El unipersonal es el formato y el medio comunicativo seleccionado por Ponce para llevar a una notable síntesis el conflicto que rodea a la mujer-personaje de María Magdalena. Ante la presencia del mito y a través de las acciones corporales y del espíritu de Werner, se develan valores y antivalores que llevan consigo conceptos, emociones y sentimientos sobre el amor, la libertad, la justicia, la civilidad, la religión, la traición, la venganza y la muerte.